Sobreviviendo entre mediocres

Un poco de todo; media docena de paranoia, dos litros de sarcasmo y cuarto y mitad de ironía cortada en lonchas finitas, que es pa'el niño.

viernes, noviembre 18, 2005

Soy eggggpañola.

El pasado sábado tuve la oportunidad de asistir en vivo y en directo al partido de fútbol que la selección española jugó "con el combinado eslovaco" (¡viva la terminología deportiva de medios!). Aunque en Madrid hacía una noche de perros hordas y hordas caminaban hacia el Calderón. Como suele ser costumbre las calles aledañas al estadio estaban llenas de gente "calentando motores". No es de extrañar que jugando el equipo nacional se vean banderas de España, que ciertos sectores afines a la derecha más radical hagan ondear la bandera española en partidos de la liga nacional, pero lo del sábado fue un clamor.

Parece que en ésta santa patria se puede llevar encima la bandera de cualquier país menos la nuestra propia. No pasa nada si llevas una camiseta de la selección nacional de polo Argentina, mucho menos si vas vestida de arriba abajo con los colores de la bandera de Brasil, nada que objetar si llevas un aguilucho del tamaño de un cóndor representativo de la Bundesliga en el pecho, ¿y qué tal un gallo cantando la Marsellesa en el salpicadero?, ¿y barras y estrellas tatuadas en la espalda?, ¡aquí no pasa nada!, pero, ¿llevas una bandera de España en algún sitio?, se siente chaval, eres un facha de mierda, así de claro.

Pues me ha salió la vena patriótica y me compré una bandera de las grandotas, de las de 8 euros, y fui de las primeras que se arrancó a cantar: "Lalalalalalalalala, que viva Españaaaaaa". Y para que nadie se lleve a engaños, paso de derechas, de izquierdas, de los verdes, de los azules, de los multicolor y de la madre que los trajo a todos. Soy de las que piensan que los políticos son como los pañales: hay que cambiarles cada poco porque enseguidan huelen a mierda.

Y éste está empezando a "cantar".

Es increíble, cómo estará el panorama, que hasta podría suscribir las palabras de Sainz de Ynestrillas. Cuando enarbolar la bandera nacional se convierte en un acto de valentía o de provocación (?¿?) algo está pasando. Cuando todos los poderes del estado han salido a la palestra a hablar de la unida de España, algo está pasando. Dice mi amiga Petra, que de esto sabe más que nadie, que estamos siguiendo la misma cronología que precedió a la guerra civil, y ya estamos en el 35...que Dios (o a quien le competa) nos pille confesados.

Soy española, y por eso no soy facha, ni siquiera conservadora. Si a los franceses siempre se les ha acusado de chovinistas, a los españoles bien se nos pondría tildar de memos, que adoramos a los símbolos nacionales de cualquier país que no sea el nuestro. Sacó el "Frente" una pancarta con la silueta de España que no sé qué comentario merecería por parte de la prensa, pero seguro que hubo algún cortito que habló de simbología fascista, algunos, viviendo de recuerdos, no se han acordado de progresar.

Española, con sangre vasca, gallega y castellana corriendo por las venas. Mujer de mundo. ¿No ha quedado claro?